En el libro de Oftalmología del Dr. Fritz Hollwich, leí que aparte de la visión se ha encontrado en el ojo un estímulo luminoso que se envía al cerebro a través del sistema hipofisiario, por lo cual se ha diferenciado en la visión una parte óptica y otra energética.¡wow!, pero entonces, ¿cuál es la parte óptica y cuál es la energética? Bueno, pues según el libro la parte óptica es la que transmite la visión a través del quiasma y las radiaciones ópticas a la corteza visual, o sea, la que recibe la imagen al cerebro; y la parte energética es la que sale del quiasma hasta el cerebro medio, influyendo de forma inmediata en las funciones vegetativas, dependientes de la calidad y cantidad de luz en el interior del ojo, haciendo de esta manera reaccionar al resto del sistema de acuerdo con la calidad y cantidad del medio ambiente. por ejemplo:
- Cuando nos encandilamos reaccionamos cerrando los párpados y nuestras manos se activan para proteger nuestros ojos
- Cuando hay poca luz las pupilas se
dilatan y nuestros pies caminan más lento y el resto de nuestro cuerpo se
alerta para protegernos de cualquier accidente.
- Cuando oscurece (normalmente) nos da
sueño y nos vamos a dormir.
- Cuando amanece nuestro cuerpo se
reactiva, cuando la luz entra aun a través de los párpados.
Según
en el ya mencionado libro, estos impulsos luminosos que influyen a través de
nuestro cerebro e hipófisis intervienen tanto en el sistema endocrino como en
otros órganos y en otras funciones metabólicas: como el sueño, cansancio,
tensión, hambre, etc.
¿A poco no es maravilloso?
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